Ea, lobo





Sostengo con el índice y el pulgar el hilo bífido
que serpentea acariciando mis yemas,
creando nuevas líneas en mi mano.

El lobo de carbón me aúlla vos no estás bien.

No: tengo un hueso partido
El corazón vegetando
La razón desbordada
El ultraje de mí misma ah, no, lobo, yo no estoy bien.
Dame de beber una noche que no recuerdo
Dame de masticar el espejo que no soy

Pero el lobo subió ya por el hilo
Hace muecas de no me alcanzarás y se pierde en la lejanía celeste.

Ea, lobo, ¿no vas a volver?

¿Y si dejo de sostener el hilo?
¿Te vas a caer?
¿Desde el cielo?
¿Para ser
la mancha que soy?



Imagen: Gastón Viñas

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